Se me atraganta el exilio
en esta suerte de ciudad
que abatalla mis ganas,
me rodea de vírgenes
y de granadas.
Entre carreras y aceras
estoy anclada,
en mi ciudad Alhambrada.
Si los tristes pasean
bajo cielo alicatado
yo me baño en las termas
cubriendo de estrellas
mis pasos.
Entre carreras y aceras
estoy anclada,
en mi ciudad Alhambrada.
Y no se sabrá que belleza
si la de Nicolás o Cristóbal
superará en grandeza
a los Cármenes o Pasiegas
en esta villa gitana.