A pesar de haber empezado el año en buena compañia, con pichu y nacho en pucela, con sus risas, sus abrazos y su inmejorable compañia, no se que me pasa que tengo el presentimiento de que este no va a ser mi año, a lo mejor estoy en medio de una crisis existencialista provocada porque, "esta no es la vida que planee para mi", será quizas que no me gusta mi trabajo o que "tú que paras el tiempo te llevaste una parte de mi" ( mi ego al menos).
Y esto no es culpa de nadie, solo yo tengo la llave para cambiarlo todo, buscar un trabajo nuevo, atreverme a cambiar de ciudad, autoconvencerme de que tú no eras para mi (sabiamos que no se puede mezclar agua con aceite y tu buscaste en otras olivas, aunque fueras indisoluble unas gotitas tuyas se quedaron en mi, las manchas de aceite son dificiles de quitar ya lo sabes).
Pero yo siempre resurjo como el ave fenix, necesito volver a ser fuerte, dejarme de crisis existencialistas y echar la vista al frente, pero a veces siento que me faltan las fuerzas y ni siquiera la sonrisa de mi pajarito consigue levantarme el animo.
1 comentario:
Estas equivocada de cojones... tú no necesitas volver a ser fuerte, si no recordarte a ti misma que siempre lo has sido, y comprender que la vida que cada uno planeamos pocas veces es lo que tenemos al final, y sin embargo puede acabar teniendo mucha más chispa que cualquier cosa que hubiesemos pensado para nosotros mismos. En tu caso, tú misma has conseguido tener una vida más lograda a tus 23 años que cualquiera de nosotros, y todo es fruto de tí misma. No debes pensar que este año va a ser malo, si no darte cuenta de que no es más que ese miedo del "que ocurrirá ahora que soy algo y lo pone en un papel". Las crisis existencialistas son las que convierten a las personas que las sufren en gente que sabe ver como es la realidad, y apreciarla, aunque cueste.
Y los cambios... para que sean prósperos, no dependen de cuando tengas la oportunidad material de hacerlo, si no de cuando tengas esa oportunidad y salga de tí misma el querer hacerlos. Los amores van y vienen, pero terminan por aparecer de manera definitiva, y mientras tanto, no te faltará el de tu familia, el de tus amigos (incluso los que estamos tan a tomar por el culo), y por supuesto, el de tu pajarito...
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