algo que llene el vacío que dejaste,
y lo encuentro...
y lo disfruto...
y juego a ser feliz por minutos, pero...
Pero al día siguiente, de nuevo,
Nada,
y la culpa es inevitable,
y el vació cada vez, más grande.
Seguir en este juego de consumo
acabará arrastrándome hacia un agujero negro,
justo en el centro de mi ombligo,
Me gusta tanto soñar que soy la excepción, y no la norma.
Me gustaría tanto ser tu excepción y no tu norma.
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