Con un pellizco
cosido en la barriga,
atisbo besos
entre comisuras,
palabras
tras las pupilas,
miedo
en las venas...
Con este latir hípico,
te reconozco más que amigo
y tú a mí,
menos que hermana...
Evitando no tocarte,
por no explotar de felicidad,
sorteando la combustión espontánea
que aterra...
Con esta certeza cierta,
inequívoca
de que te he encontrado
pero tú
no te has encontrado en mi...
Haciendo honor a mi nombre
esperaré
a que te atrevas
quizás
a atarme a tus días...
Aquí mismo,
en el andén donde nos descubrimos.
1 comentario:
precioso Noa... simple y llanamente, precioso :)
Publicar un comentario