Me provocabas tales temblores cuando me besabas,
que el agua se volvía soluble en aceite,
se mezclaban cal y arena,
se endulzaban los limones
y se convertían en oro las piedras.
Me provocaste tal temblor con el último beso
que se quebró mi voz
y mi pecho.
2 comentarios:
ole...:)
y que nadie bese ya así, que lástima.
Publicar un comentario